Corrían los finales de los 70 y uno que ya desde entonces era un poco friki, gustaba de ir a los partidos con una hora de adelanto para no perderme ni un momento del calentamiento. Por aquel entonces el Helios Skol jugaba un torneo de pretemporada en septiembre, en el pabellón de la CAZAR, donde ahora están las oficinas del Real Zaragoza. El torneo se jugaba en sábado y domingo y yo el domingo por la mañana me fui bien temprano al pabellón, el equipo local jugaba el segundo partido, la final del torneo. El partido de primera hora lo jugaba el estudiantes y allí estaba yo solo, fui el primero en llegar al pabellón. Y estaba un junior de 18 años tirando a canasta mientras sus compañeros sesteaban en el vestuario, así que me senté a observarle, se le fue un balón y se lo pasé, y entablamos conversación, era una persona muy maja y me decía que no sabía a donde llegaría pero que el baloncesto era su ilusión y que iba a dejarse la piel por aprovechar esa oportunidad de jugar con los grandes si el entrenador le daba un minutillo.
Ese jugador era FERNANDO MARTÍN,y aprovechó muy bien los minutos que le dieron, fue el primer español en jugar en la NBA. Para mi un orgullo el poder decir que me contagió un poquito de su ilusión. DEP.
Siempre hay gente que te contagia, que te seduce, que te anima a seguir, y aunque a veces en el camino mentirosos se te cruzan, son los menos, y por eso seguimos, el baloncesto es mucho más que un deporte.
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