SENIOR MASCULINO

FIN DE TEMPORADA INCREIBLE

Buenas a todos, hace un año aproximadamente me encontré un día paseando a mi perro por el barrio a un tal Jorge Espí, acompañado de un cual Jorge Virue y hablando de que tal nos iba la vida y otras cosas intrascendentes de repente me ofrecieron entrenar un equipo en el Lupus, yo les dije que me lo pensaría. Por aquel entonces estaba en otro equipo al cual había llegado por un amigo Paco Lamuela, y casualidades de la vida esa misma persona, tiene una oferta para ser el director deportivo del club y me hace saber que quiere que esté en el. Con dos ofertas para el mismo club y tras largas negociaciones tanto en lo económico como en lo deportivo llegamos a un acuerdo contractual y firmo por el sénior masculino para la temporada 2010-2011.
Y ahí estaba yo a primeros de Septiembre en mi primer entrenamiento repartiendo fichas a los jugadores del año pasado, intentando aprenderme los nombres (cosa que me costaría unos cuantos entrenamientos) y trabajando duramente tanto en lo táctico, como en lo físico (esta última con más razones si cabe, sobre todo de peso). También decir que en esos entrenamientos tanto el amigo Espi como el amigo Campillo en lo extradeportivo estaban con un capote bien grande intentando convencer a los jugadores de que era “normal” y que no habría problemas, y yo pensaba “cuanta fe, cuanta fe, ojala tengan razón”. A los cinco entrenamientos aproximadamente, aparezco con unos sistemas a ordenador con el logotipo del club que dejaron a más de uno ojiplaticos por el despliegue de medios de un humilde servidor, pero una vez entregados pensé, ¿y si en vez de jugar con sistemas, cosa que saben todos, volvemos a jugar como cuando eran alevines? Y después de mucho meditar con la almohada decidí que sí, que el pase me muevo, el amenazar el tiro nada más recibir, el botar para algo y sobre todo defender todos a una, nos llevaría más lejos. Y creo que ellos se han encargado que ese pensamiento, que esa seña de identidad que el jugar con 5 en pista y 7 en el banquillo nos hayan llevado a ascender en lo deportivo y a un subcampeonato que cada día que pasa me sabe más a campeonato.
Además decir que igual de importante ha sido lo deportivo como lo extradeportivo, donde las cenas de equipo maravillosas en la Forja (C/ Mayor, 43 50001 Zaragoza - 976 291 284, increíble calidad precio, de un ex entrenador del club y amigo, hay que hacer propaganda que no cuesta nada), las reuniones en el Bolera y el decirnos las cosas a la cara nos han llevado lejos. Y si alguno cree que no hubo por parte de todos unión, trabajo, sacrificio y mucha implicación, que venga y me lo diga, pero que lo haga con raciocinio, aunque creo que no podrá.
Ahora no cabe más que hablar uno por uno de los artífices del éxito. Para ello usare la máxima de la edad que siempre uso. Empieza el más mayor.
Quinta del 7…
Núm. 8. Alberto Navarro. Historia viviente del club, directivo y capitán. Qué decir de el que no se sepa, la mala suerte con las lesiones y el jugar dos partidos cada fin de semana no le han dejado jugar mucho a lo largo de la temporada, pero para el final, en los momentos decisivos ha tirado del carro con unas ganas dignas de un alevín. Merecido premio para él.
Núm. 16. Rubén Blancas. El crack, el portento físico (aunque durante la semana la espalda lo machaque), derrochador de energía tanto en defensa como en ataque, juega a otra velocidad, respetuoso con los demás ha sido la referencia que ha tirado del carro en muchos partidos. Para mi recuerdo verlo ir a machacar con las ganas de un junior.
Núm. 13. José Galicia. Segundo Capitán, capaz de buscar la justicia e injusticia con los árbitros seg a seg, también al principio de temporada tuvo problema de lesiones y estuvo en blanco media temporada, le costó coger el punto, pero ha tenido minutos de calidad este final de temporada que ayudaron a ganar más de un partido con sus triples. Importante también en su labor de management de la noche. Debería mirarse que tiene en la oreja que le molesta tanto.
Núm. 11. Jorge Espi. Coordinador, amigo y jugador, entiende como nadie la palabra equipo y sacrificio, también lastrado por una lesión en el abductor, no ha podido disfrutar como quisiera de los dos últimos partidos, pero ha sido grande en lo deportivo y extradeportivo. Es el jugador más polivalente que he tenido es capaz de jugar de falso 1, 2, 3 y 4 con una versatilidad sin igual.
Núm. 5. Andrés Leal. El más joven de la generación del 7…quizás por eso las lesiones lo hayan respetado. La inteligencia al servicio del basket, el único que me hace caso, aunque sea para secar en defensa al que haga falta sea como sea, se guarda siempre algún triple plano que milagrosamente acaban entrando, su primer cuarto en los cuartos contra Dakota rozo la perfección, aún así siempre suma en muchos intangibles.

Quinta del 8…
Núm. 17. Ricardo Campillo. Lo conozco desde hace años y la verdad que es un lujo se hace grande entre los grandes, con fuerza y arrojo, ¡¡Joderrr, mierdaaaa!!! Suele ser su grito de guerra después de un tiro no conseguido, pero el siguiente suele ser canasta. Una lesión en el último momento le aparto de los 3 últimos partidos y aunque su baja era importante su presencia y ganas lo eran aun más. Gracias.
Núm. 10. Nacho Becerril. El silencio por norma, el trabajo diario y esperar su momento, y vaya si llego, que semifinal, que manera de empujar y rebotear e incluso de correr un contra ataque para dejarla con la izquierda. Increíble, no puedo decir más eso sí muy merecido me alegro que haya disfrutado, porque hemos sido dos con su juego.
Núm. 25. Marco Roche. Ha comprendido lo que es la palabra equipo, el mejor tirador y a veces metedor, sé que no ha sido una temporada fácil para él, pero he de reconocerle el esfuerzo y pundonor, recordar esos 9 triples en un partido y esa elegancia sin igual en las cenas.
Y la Quinta del 9…
Núm. 19. Chuflón Lafuente. Aunque me ha costado sudores hacerle entender que el bota a bota no me gusta, y que el pase es posible, ha sabido coger la forma después de una lesión en la rodilla para los 4 últimos partidos y aunque no estuviera al 100% la semifinal y esa defensa lo llevaron a recibir una ovación. En fin le queda mucho trabajo pero creo que puede aparcar su carrera de entrenador por un tiempo.
Núm. 99. Jesus García. Qué pena que haya empezado a jugar tan tarde, pero qué bueno que lo hiciera, tarde o temprano está claro que es un tío grande, fuera y dentro del campo y que dentro aún si cabe se hace más grande con esas ganas y ese derroche físico, para el año que viene seguro que tenemos un mate en partido.
Núm. 12. Juan Octavio Surra (el fato). Si lo pongo aquí es porque se lo ha ganado día a día y entrenamiento a entrenamiento (y no por la familia política como podrían pensar algunos, no soy tan pelota, eso sí soy un poco cabrón), hacía tiempo que no veía a un jugador joven que sin jugar ni un minuto quiera acompañar al equipo superior, y que encima cuando salga aunque sean 3 min se deje la piel. Ojala hubiera podido darle más minutos porque se los merecía pero públicamente sí que puedo darle las gracias y reconocérselo.
Núm. 22. Adrian Marco. Lo conozco desde hace años y todo el baloncesto que sabe es fruto del trabajo de una grandísima entrenadora, amiga y madre de mi hija así que poco puedo hablar mal de él. Lastrado por un problema muscular y con algo de mala suerte, cuando ha estado el trabajo en defensa y esos contra ataques estaban asegurados. Le costó poco hacerse al club y los compañeros y ha sido un placer contar con él.
Núm. 6. Diego Andrés. Llego sin hacer ruido, como es el, pero está claro que no es coincidencia que este en el banquillo del sénior, le falta contagiarse de esas ganas de la quinta del 7 y exteriorizarlas, pero su trabajo debajo de los aros y esa muñeca está claro que darán mucho que hablar. Tiene que seguir trabajando, y eso sí esa afición que arrastra es un lujo para cualquier equipo, Ole, ole y ole.
También estuvieron implicados en el éxito.
José María Val, Carlos Alberto Fasius y Álvaro Bravo, ellos también han ayudado y formado parte de esta temporada y se merecen si cabe salir en este resumen.
Y en la dirección técnica.
Pablo Nuño. Un lujo y el mejor complemento que he podido tener en el banquillo, si bien es cierto que a él lo que le hubiera gustado es jugar, para mí el tenerlo a mi lado ha sido lo mejor que me ha podido pasar. Dos puntos de vista siempre suman y el ha sabido entenderlo, sin el estoy seguro que no hubiéramos llegado donde hemos llegado y por ello he de reconocérselo.
Y bueno, esperando que no haya resultado aburrido, solo puedo dar las gracias al club por confiar en mí (y tener paciencia con el papeleo), a la afición por venir a todos los partidos y en muchos casos por hacernos sentir en casa jugando fuera (como fue el caso en las semifinales y final) a la Forja nominativamente a Jorge, por hacernos una dieta equilibrada en cada cena, a los entrenadores de cantera por aguantarme y dejarme sus jugadores y a mis dos chicas por venir a ver partidos que a veces se hacían duros de ver. En definitiva a todos los que hayan llegado a esta línea porque de alguna manera les ha importado el equipo sénior hasta el punto de leer hasta la última línea a todos GRACIAS.

DAVID BLANCO ENTRENADOR SENIOR MASCULINIO